sábado, 28 de mayo de 2016

Reflexión sobre el portafolio

Al principio reconozco que la asignatura se me hizo bastante dura y cuesta arriba. No entendía la mitad de las cosas que explicaba Carmen y me agobiaba muchísimo. La idea del portafolio, la que yo tenía, era completamente diferente a lo que es en realidad y creo que se puede ver esta evolución desde la primera evaluación hasta esta última.

Está claro que la teoría es importante porque como bien dice Carmen, hay que saber todo lo que puedas sobre un tema para ofrecer al niño lo esencial, pero los aprendizajes con los que más me he quedado han sido con los que yo misma he hecho y vivido. Probablemente dentro de un par de meses no recuerde la clasificación de cuentos de Ana María Pelegrín, pero si recordaré la historia de "La reina de los colores" y el momento sobre el que me subí a la mesa.

Esta asignatura me ha hecho comprender como aprende un niño, porque realmente es tal y como aprendemos nosotros. Ensuciándose, experimentando y viviendo el material. También me ha hecho darme cuenta de que, como dijo Sócrates "La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia". Siendo esta frase cierta, durante este curso me he vuelto verdaderamente sabia.

Me ha picado el gusanillo de los cuentos y de la música, y si bien prefiero la música algo más elaborada, ya he hecho que mi hermano se aprenda El brujito de Gulubú.

Este portafolio no está ni mucho menos completo pero la idea de hacer el portafolio en esta plataforma es esa. Aunque hoy sea el último día que le dedique a esta asignatura como tal, este blog pretendo y es mi intención de que siga creciendo. Con retahílas, nuevos cuentos, canciones, técnicas de plástica, juegos... Lo que sea pero que me sirva como apoyo si en algún momento necesito algo de lo que hay aquí.

Poco más me queda decir que ha sido un placer tener esta asignatura, me ha hecho volver a mi infancia y me ha ayudado a redescubrir las cosas que me gustan, ampliar mi punto de vista y sobre todo a ver que un niño es un ser humano al que respetar y guiar desde el cariño, dándole herramientas para que él mismo construya poco a poco su aprendizaje.






Mi cuento: Después de la lluvia





Título: Después de la lluvia
Autor: Miguel Cerro
Ilustrador: Miguel Cerro
Editorial Kalandraka
Otros datos: Premio Compostela al mejor álbum ilustrado 2015




La elección de este cuento fue bastante complicada. Entre los diferentes cuentos que podía contar estaban Mariluz Avestruz, Manu, y Feroz, el lobo. Terminé decantándome por este porque las ilustraciones me parecían auténticas obras de arte y porque mientras lo leía se me ocurrió la idea de las luciérnagas volando alrededor del zorro cantando, algo que cuando lo conté no terminó de salir bien.

Me parece un libro precioso, algo largo pero fácilmente adaptable. El zorro en los cuentos siempre es visto como un personaje astuto y por lo general malvado. En este, tan sólo quiere echar una mano pero los prejuicios del resto de animales terminan por apartarlo. 

Aún así, cuando sale la luna y ve las estrellas, decide que quiere llevarlas al interior de la cueva, para hacerles felices aunque ellos desconfíen de él. Considero que es un libro que transmite valores como el respeto, la perseverancia y sobre todo la destrucción de los prejuicios.

"Y, desde entonces, la luz no faltó ni una noche en aquella cueva"

En cuanto a la canción escogida, es una de las que componen la banda sonora de La canción del mar, una de las películas de animación más bonitas que he visto, tanto por el uso de los colores como por la propia historia. La escogí puesto que me recordaba tanto por la letra como por el ritmo a la música que le pondría a Después de la lluvia.





Issei Yoshino

Fue un destacado maestro japonés de la papiroflexia u origami. Sus modelos de esqueletos de dinosaurios de origami ("Tyrannosaurus rex", "Triceratops"), entre otros, le dieron notoriedad mundial como creador de modelos complejos de origami.

Al contrario de otros creadores contemporáneos de figuras de origami, que trazan los "crease patterns" o cp de los modelos antes de plegarlos, Yoshino trabajaba sólo con el cuadrado de papel hasta completar el modelo. Comenzaba con una imagen del modelo terminado, e iba plegando las diferentes secciones de su diseño, llegando eventualmente a plegar las distintas secuencias en el modelo completo. Este modo de trabajo hacía que la realización de un modelo le insumiera mucho tiempo y esfuerzo hasta completarlo.